En el Día de la Tortuga, te invitamos a conocer más sobre la tortuga de Galápagos

El Día Mundial de la Tortuga se celebra cada 23 de mayo y destaca la urgente necesidad de proteger a estas antiguas criaturas.

Richard Jiménez El Día Mundial de la Tortuga se celebra cada 23 de mayo con el objetivo de sensibilizar sobre la situación crítica que enfrentan las tortugas, muchas de las cuales están en peligro de extinción. Esta fecha, de acuerdo con Ecología Verde, fue instaurada en 2000 por la organización American Tortoise Rescue (ATR). La misma ha trabajado incansablemente para rescatar y cuidar a tortugas en diversos refugios.  Desde su fundación, según la misma fuente, ATR ha rescatado aproximadamente a 4 000 tortugas y colabora estrechamente con autoridades en operativos de protección, además de brindar apoyo a individuos encargados de tortugas enfermas o maltratadas. La conmemoración de este día busca no solo destacar la importancia de proteger a estas antiguas criaturas, sino también promover la conciencia ambiental y fomentar medidas concretas para su conservación.  Las tortugas, que han habitado la Tierra durante millones de años, enfrentan amenazas graves debido a la pérdida de hábitat, el cambio climático y la caza ilegal.  En Ecuador, la Fundación Juntos por la Vida Marina (Juvimar) se dedica a rescatar, estabilizar y liberar tortugas marinas y otras especies en peligro en las costas de Playas Villamil. Conocida como el ‘911 de la fauna marina’, Juvimar trabaja en coordinación con los guardaparques del Área Nacional de Recreación de Playas Villamil.  La fundación cuida también las áreas de anidación de tortugas marinas, organiza actividades de limpieza de playas. Gracias a estos esfuerzos, de acuerdo con la página de Nirsa, Juvimar ha logrado rehabilitar y liberar tortugas como Emma, una tortuga Carey en peligro crítico de extinción, y Mila, una tortuga verde que perdió una aleta debido a enredos con cabos.  Descubre el fascinante mundo de la tortuga de las Galápagos Las tortugas de Galápagos, reconocidas como los vertebrados terrestres más longevos, según National Geographic, pueden vivir más de 100 años en promedio.  Algunas de las más ancianas han vivido hasta los 175 años. De hecho, siguiendo con la misma fuente, se cree que entre las tortugas que aún habitan en las islas podría haber algunas que fueron testigos de la llegada de Charles Darwin en 1835. Además de su longevidad notable, las tortugas gigantes de las Galápagos son las más grandes del mundo, con ejemplares que pueden superar los 250 kilogramos de peso y medir más de 1 metro y medio de longitud.  Estos majestuosos reptiles han sido una parte integral del ecosistema de las Galápagos durante millones de años, al desempeñar un papel fundamental en la dispersión de semillas de plantas en su estiércol y al contribuir significativamente a la biodiversidad única de la región. A pesar de su resistencia, estas tortugas han enfrentado amenazas significativas a lo largo de la historia. Durante los siglos XVII, XVIII y XIX, se estima que entre 100 000 y 200 000 fueron cazadas por piratas, balleneros y comerciantes.  Por otro lado, la introducción de especies no nativas por colonos humanos, como jabalíes, perros y gatos, ha ejercido presión sobre las poblaciones de tortugas al competir por recursos y depredar sus huevos y crías.  

Sin embargo, a través de programas de conservación y esfuerzos de protección gubernamentales, se han implementado medidas para garantizar la supervivencia de estas emblemáticas especies.

 El Comercio