Ecuador el décimo puesto en el top 10 de los países con mayor índice de criminalidad del mundo según el Informe Global Contra el Crimen Organizado Transnacional 2023 (Gitoc, por sus siglas en inglés). El informe fue presentado el 26 de septiembre en la Capilla del Hombre en Quito. Ecuador pasó de 6,25 en el índice de criminalidad de 2021 a 7,07 en el índice de 2023.
El índice de criminalidad evalúa a 193 países basado en tres temas: mercados criminales, actores criminales y resiliencia. Su objetivo es brindar información basada en métricas para que los Estados y organismos puedan priorizar las áreas a intervenir en sus naciones.
Los demás países que integran el top 10 de mayor criminalidad del mundo son:
Myanmar
Colombia
México
Paraguay
República del Congo
Nigeria
Sudáfrica
Iraq
Afganistán y Líbano, que están empatados y
Ecuador
Ecuador también está en el cuarto puesto de los 35 países americanos con mayor índice de criminalidad y tercero entre los 12 países sudamericanos. El nivel de resiliencia estatal — habilidad de reaccionar o de soportar el impacto de una crisis — bajó de 5,71 en 2021 a 4,88 en 2023.
Mercados criminales en Ecuador
Según el informe, Ecuador subió en el mercado de actividades criminales de 6 en 2021 a 6,73 en 2023.
El incremento en el tráfico de personas, el tráfico de armas, los delitos contra la flora y fauna y los recursos no renovables, el comercio de heroína, cocaína y cannabis son algunos de los responsables del aumento en el índice de criminalidad del país.
Marcela Bueno, directora de la Fundación Panamericana para el Desarrollo, dijo en la presentación del informe que “Ecuador se ha convertido en un país clave en el mercado internacional de las drogas”.
En el análisis del informe presentado por Gitoc se dice que Ecuador es un país de “origen, tránsito y destino de víctimas de trata de personas”. Estas personas están “principalmente destinadas a la explotación sexual y el trabajo forzoso”, según el informe.
En la actualidad muchas personas tratan de salir del país por causa de los vacunadores o extorsionadores y según el informe “el gobierno y las fuerzas del orden han hecho poco por abordar este acuciante problema, y los asesinatos relacionados con la extorsión se han convertido en algo habitual”.
El incremento en el tráfico de personas, el tráfico de armas, los delitos contra la flora y fauna y los recursos no renovables, el comercio de heroína, cocaína y cannabis son algunos de los responsables del aumento en el índice de criminalidad del país.
Marcela Bueno, directora de la Fundación Panamericana para el Desarrollo, dijo en la presentación del informe que “Ecuador se ha convertido en un país clave en el mercado internacional de las drogas”.
En el análisis del informe presentado por Gitoc se dice que Ecuador es un país de “origen, tránsito y destino de víctimas de trata de personas”. Estas personas están “principalmente destinadas a la explotación sexual y el trabajo forzoso”, según el informe.
En la actualidad muchas personas tratan de salir del país por causa de los vacunadores o extorsionadores y según el informe “el gobierno y las fuerzas del orden han hecho poco por abordar este acuciante problema, y los asesinatos relacionados con la extorsión se han convertido en algo habitual”.
Sobre el tráfico de armas, el análisis del informe dice que ha aumentado en los últimos años, “por las estructuras de la delincuencia transnacional”.
También habla sobre la decisión de Guillermo Lasso sobre la autorización del porte de armas para los civiles. El informe dice que no solo el Estado no puede garantizar la seguridad básica de sus ciudadanos, sino que existe peligro de un alto nivel de corrupción que “puede facilitar la infiltración de armas legales a actores criminales”.
En el informe se dice que entre lo que las autoridades han incautado en Ecuador están medicamentos falsificados —analgésicos, vitaminas y sedantes los más comunes — ropa y aparatos electrónicos falsos o de contrabando y cigarrillos ilegales.
“Se estima que más de la mitad de los cigarrillos que se consumen en el país tienen un origen ilícito” dice el informe. También explica que el comercio de cigarrillos “suele estar vinculado al crimen organizado, que busca blanquear sus ganancias procedentes del narcotráfico”.
Entre los delitos ambientales en Ecuador, como la tala ilegal “casi la mitad de la madera vendida en el país es ilegal, con más de un millón de metros cúbicos al año”, asegura el informe, están también, el comercio ilícito de semillas de orquídeas, el tráfico de fauna — aves, reptiles y mamíferos —, la pesca ilegal y la minería ilegal.
Finalmente sobre el tráfico de drogas en el país, el análisis dice que “Ecuador es tanto un país de destino como de origen de drogas, especialmente heroína y cocaína”. Sobre esto, explica el informe, los adolescentes son “especialmente vulnerables” y que el “consumo de heroína comienza a los 14 años”.
El cultivo de marihuana, dice el informe, no abastece “el mercado local” y que la creepy — la variedad más demandada de marihuana — se importa de Colombia”. En cuanto a las drogas sintéticas, el informe dice que las pastillas de éxtasis o metanfetamina “son accesibles para el mercado local”.
Actores involucrados
Grupos locales e internacionales, dice el informe, son los que colaboran en actividades delictivas “como el narcotráfico, el sicariato, la extorsión, la minería ilegal y el blanqueo de dinero”. Sobre el control del narcotráfico, el informe asegura que existen “grupos mafiosos y cárteles mexicanos, colombianos y albaneses que se asocian con bandas locales”.
Por ello, explica el informe, el país es “es uno de los principales países de origen de la cocaína hacia Europa”. El aumento de la producción de drogas, dice el informe, también ha provocado un incremento de las tasas de homicidio en la última década. Según la tendencia, a fines de 2023, Ecuador puede superar la cifra promedio de 35 homicidios por cada 100 mil habitantes.
El análisis del informe sobre actores criminales concluye diciendo que la lucha por el control de las rutas del narcotráfico entre los grupos criminales “ha desembocado en una guerra de bandas que tiene graves repercusiones en la sociedad”. En el informe también explican que la incapacidad de la policía y de los militares por hacer cumplir la ley “permite que el país se convierta en un centro del crimen organizado”.
La guerra entre grupos criminales también ha causado la muerte de cientos de personas en el sistema penitenciario. Únicamente entre 2021 y 2023 se registraron varios amotinamientos y masacres carcelarias, que han dejado como resultado, hasta julio de 2023, al menos 500 muertos.
Fuente GK
